El término DCM alberga un complejo de síntomas, que afecta a personas de todas las edades.
Se estima que más del 20% de la población padece síntomas de DCM que requieren un tratamiento, empezando con rechinar los dientes, hasta dolores de cabeza, cuello y espalda, incluso migraña o tinnitus.
El diagnóstico basado en el origen es dificultado por el número de síntomas variados en todo el cuerpo, que en primer lugar no se relacionan con el sistema mandibular.
En caso de padecer DCM debe dirigirse al dentista, al especialista de “terapia oclusional“
Por lo tanto se recomienda consultar en caso de dolores y molestias al dentista especializado en el diagnóstico funcional y ortodoncia, siempre que no se encuentra otro origen. Este terapeuta de oclusión debe colaborar además con médicos y terapeutas de otras especialidades, como fisioterapeuticos o osteópatas, que pueden tratar el complejo de síntomas de forma interdisciplinaria y óptima.
Muchos pacientes pasan por varios médicos al buscar una solución para sus molestias, por desgracia, a menudo sin éxito. En muchos casos la razón de tales dolores y molestias se debe a la disfunción craneomandibular (DCM), una alteración en la articulación mandibular.
La DCM se base en tensiones musculares de la mandíbula, cabeza y cara. Los factores principales de riesgo son alteraciones oclusionales y el estrés psicoemocional, provocando el "rechinar los dientes".
Una alteración oclusional significa que en la interacción de los dientes de la mandíbula inferior y superior se presenta una "mordida incorrecta".
Aparte de las razones genéticas, puede ser provocada por el desuso no natural de los dientes, como se da al rechinar los dientes (bruxismo), que se presenta o intensifica por estrés. Unos cambios muy pequeños en el área de la mandíbula pueden provocar unas alteraciones graves. Esto es comprensible, considerando que en cada persona se presentan unas fuerzas masticatorias de 400-800 N por la presión y los crujidos de la noche con una duración de aprox. 15-20 min.
Pero también los espacio desdentado, los dientes postizos malamente ajustados o un tratamiento insuficiente de ortodoncia pueden ser los responsables de que no encajen de forma correcta los dientes.
Una oclusión distorsionada de los dientes lleva a una carga errónea de las articulaciones mandibulares con tensiones aumentadas de los músculos del área. A través de los mecanismos neuromusculares, una carga continua puede provocar una coordinación errónea de los músculos por el sistema nervioso central (hiperactividad muscular) y causar también dolores y molestias en otras regiones del aparato en movimiento o de sostén.
El diagnóstico y el tratamiento temprano son importantes, porque el mal funcionamiento de los dientes y las articulaciones maxilares no deja de progresar, y los síntomas pueden llegar a convertirse en crónicos.
Mediante un análisis funcional se puede determinar la mordedura incorrecta y el mal funcionamiento de las articulaciones maxilares. El objetivo es restaurar la posición oclusal fisiológica, es decir la interacción correcta entre los dientes.
La misma se logra mediante el uso de una férula maxilar superior especial confeccionada en plástico: la Férula DROS®.
En la primera etapa se produce una relajación de los músculos y se eliminan los contactos defectuosos entre los dientes.
En la segunda etapa, se vuelve a llevar el maxilar inferior hasta su posición fisiológica. Una vez alcanzada la posición oclusal correcta, y de ser necesario, se aplican cuidados adicionales a la nueva oclusión dental.
Por lo general, la posición oclusal fisiológica se logra después de unas 7 semanas de tratamiento con férula. La férula se usa principalmente por la noche, y los terapeutas de DROS® la revisan y le aplican los ajustes finos una vez por semana.
Mediante el concepto terapéutico estandarizado se acortan los pasos del tratamiento, se logran resultados contundentes a largo plazo y se reducen claramente los gastos, tanto para los pacientes como para las aseguradoras de salud. Constituye la base para estabilizar de manera sostenible la posición oclusal correcta mediante un tratamiento posterior de ortodoncia o prótesis, de ser necesario.
El costo de las aproximadamente siete semanas de concepto terapéutico diagnóstico con férula asciende a unos 3.430,72 euros.
Las aseguradoras de salud más reconocidas ya han incorporado el concepto terapéutico.
El Concepto DROS® es implementado únicamente por dentistas certificados, los terapeutas de DROS®. La Férula DROS® se fabrica solamente en laboratorios dentales certificados.
Sin molestias – en casos de bruxismo, dientes apretados o rechinar de dientes, crujido de las articulaciones maxilares, oclusión dental poco clara, pérdida de dimensión vertical de la mordida, prótesis dentales nuevas dentaduras, prótesis dentales nuevas sobre implantes y pacientes sin dientes.
Con molestias – en casos de síntomas de DCM tales como apertura bucal disminuida, dolor maxilar y muscular, dolor de la articulación maxilar, artritis de la articulación maxilar, dolores faciales y jaquecas, dolores de cuello, hombros y espalda, así como zumbido en los oídos o tinnitus.
El tratamiento temprano es importante porque el funcionamiento incorrecto de la mordida y la carga sobre la articulación maxilar no dejan de progresar, de modo que las perspectivas de curación se van deteriorando considerablemente.
¿Sufre de dolor de muelas, parodontosis y sensibilidad en los cuellos de los dientes?
¿Aprieta o rechina los dientes, o los tiene desgastados?
¿Siente que su mordedura “no es correcta”?
¿Sufre de dolor en la mandíbula o la articulación maxilar, quizá con crujidos o ruidos de fricción?
¿A veces le cuesta abrir del todo la boca?
¿Sufre de jaquecas o migrañas?
¿Sufre de zumbido en los oídos o tinnitus?
¿Tiene tensos los músculos del cuello?
¿Sufre de dolores de cuello, hombros o espalda?
¿Sufre de insomnio, cansancio, o mareos?
Los síntomas anteriores no necesariamente estén causados por una DCM. Por lo tanto, esta evaluación no sirve como sustituto para el consejo médico de los correspondientes especialistas.
Sin embargo, si ha contestado afirmativamente varias de estas preguntas, es aconsejable que además consulte también a un dentista especializado en DCM (un terapeuta de DROS®) cercano a su domicilio para averiguar si la causa de sus síntomas puede ser una DCM.